1.- “…Garapon observa con preocupación la
tendencia detectable en Francia (pero también en España o Italia) a estirar el
brazo judicial más allá de los que es su radio de alcance natural: parecemos
encaminarnos, en un impulso colectivo tan intenso como probablemente
inconsciente, hacia un “gobierno de los jueces”. Y ello no puede sino alarmar.
Los jueces aplican las leyes, pero no las hacen, velan por el cumplimiento de
lo éstas prometen, pero no son los autores de tales promesas; zanjan conflictos
quitando o dando la razón en derecho, pero no les corresponde gobernar. LA JURIDIFICACIÓN DE
LA VIDA POLÍTICA
NO CONSOLIDA NI REFUERZA LA
DEMOCRACIA ; POR EL CONTRARIO, LA DEBILITA …”
2.-
“…La judicialización de la vida política lejos de representar un estadio
superior, más avanzado de madurez democrática constituye más bien un síntoma de
la falta de aliento y escasez de reflejos de las instituciones políticas…”
3.-
“…La idea de “responsabilidad política” parece haberse evaporado del tablero
político: no se concibe, ni admite, otra responsabilidad que la jurídica, es
decir que la penal…”
4.-
“…La clase política se ha hecho fuerte tras la idea -¡ tan deletérea!- de que
la responsabilidad política sólo es exigible una vez establecida la
responsabilidad jurídica: es decir, cuando ya no tiene función ni sentido…”
5.-
“…Se trata de un auténtico fracaso de lo político que abre la puerta al
fantasma de la “democracia directa mediática”. Cuando las instancias puramente
políticas incumplen una de sus funciones más básicas (engranar intereses
contrapuestos, armonizar propuestas dispares, pactar soluciones de consenso) y
opta por el más fácil –pero anti político- camino del “todo o nada
jurisdiccional” se produce un automático cambio en las reglas del juego. Los
medios de comunicación adquieren un imprevisto protagonismo como difusores de
conflictos que pasan a eternizarse y que un buen día son dados por zanjados por
la opinión pública, mucho antes de que sea pronunciada al respecto la última
palabra jurisdiccional…”
6.-
“…esta nueva “voz del pueblo”
–una voz claramente más rápida, inmediata y directa que la parlamentaria, pero
en modo alguno más representativa- tiende así a suplantar, por vía de los
hechos, a las instancias formales de representación ciudadana…”
7.-
“…Así la posición de la
justicia es paradójica: reacciona ante una amenaza de desintegración y al
hacerlo contribuye a promoverla…”
8.-
“…alegato a favor de la democracia
sin “rumor de togas” (ahora que el “ruido de sables” constituye, en nuestras
sociedades occidentales un feliz anacronismo). Es decir, una democracia
representativa que recupere en
plenitud
el juego de lo político y en la que los distintos niveles de responsabilidad
sean adecuadamente definidos y exigidos, en vez de mezclados, confundidos y
pospuestos…”
9.-
“…El juez se manifiesta en un número cada vez más amplio de sectores de la vida
social. En primer lugar, en la vida política {…} No se busca solo al jurista o
al árbitro en el juez sino también al conciliador, al pacificador de las
relaciones sociales, incluso al animador de la política pública {…} Esta
exigencia es absoluta. Todo, y todo el mundo, debe ahora ser justiciable…”
10.-
“…Si todo y todos son ahora justiciables, asimismo se espera todo de la
justicia; no sólo una justiciabilidad ilimitada sino también una JUSTICIA
TOTAL. La justicia no puede ya contentarse con definir lo justo, debe a la vez
instruir y decidir, acercarse y guardar las distancias, conciliar y romper,
juzgar y comunicar…”
11.-
“…Este incremento del poder de
la justicia, finalmente, oculta dos fenómenos en apariencia muy diferentes
–incluso contradictorios- cuyos efectos convergen y se refuerzan: la
debilitación del Estado bajo la presión del mercado por una parte, y el
hundimiento simbólico del hombre y de la sociedad democráticos por otra…”
12.-
“…El activismo judicial, que es el síntoma más aparente, no es más que una
pieza de un mecanismo más complejo que requiere otros engranajes como la
debilitación del Estado, la promoción de la sociedad civil y, por supuesto, la fuerza de los medios de
comunicación…”
13.-
“…La referencia irrazonada de
todas las frustraciones modernas a la justicia, el entusiasmo ingenuo por su
omnipotencia, pueden jugar en contra la justicia misma…”
14.-
“…la invocación a diestro y siniestro al derecho y a los derechos tiene como
efecto someter al control del juez sectores completos de la vida privada, antes
fuera de todo control publico…”
15.-
“…Peor aún, esta
“judicialización” acaba por imponer una versión penal a toda relación
–política, administrativa, comercial, social , familiar, incluso amorosa- ahora
descifrada desde la perspectiva binaria y reductora de la relación víctima /
agresor…{…} Este lenguaje jurídico simplista, se enraizarse en una lógica
sacrificial que se creía definitivamente dominada...”
16.-
“…Los medios con el pretexto de asegurar una máxima transparencia, pueden
privar a los ciudadanos de unas mínimas garantías –como la presunción de
inocencia- al mantener la ilusión de una democracia directa…”
17.-
“…Los juristas se ven tentados
a abusar de esta posición dominante para ponerle precio a la democracia. Hasta
agotar la riqueza…”
18.-
“…A través de la justicia, el anhelo democrático se enfrenta con la carne de lo
social, con las pasiones democráticas, con la desmesura de los hombres, con el
absurdo de la violencia y con el enigma del mal. Asumir la parte humana de la
justicia llevará a hablar de las pasiones tanto como de la razón, de las
emociones tanto como de la argumentación, de los medios de comunicación tanto
como del procedimiento, de la cárcel tanto como de las libertades. Nuestra
democracia tiene quizás menos necesidades de construcciones –o de destrucciones-
teóricas que de nuevas referencias para asumir las “mediaciones imperfectas”
que son nuestras jurisdicciones…”
19.-
“…El juez sigue siendo una
cuestión políticamente incorrecta al no haber adquirido la plena dignidad
democrática..” {…} Han sido necesarios cerca de veinte años para traducir a
Dworkin o a Rawls. Porque la justicia, finalmente, ha sido relegada durante
mucho tiempo al rango de una cuestión intelectualmente inexistente, al no constituir
un campo autónomo para las ciencias sociales ni una auténtica fuente de
interrogación filosófica…”
20.-
“…en “Surveiller et Punir”, que ha tenido una inmensa resonancia entre los
profesionales, Foucault no considera la justicia ni la prisión más que como una
microfísica del poder…{… } La tradición francesa para directamente de la
filosofía moral a la filosofía política sin preocuparse demasiado de la
filosofía del derecho, que sigue sin enseñarse en las facultades…”
21.-
“…La justicia escribe Rawls, es la primera virtud de las instituciones
sociales, como la verdad es a la de los sistemas de pensamiento…”
22.-
“…Lo que se denomina
respetuosamente periodismo de investigación no es más, a menudo, que un
periodismo de delación. Todo el mundo denuncia a todo el mundo, lo que no hace más que recordar, a un nivel más
alto, la guerra de todos contra todos. {…} Algunos políticos utilizan ahora la
justicia para debilitar a sus adversarios. Esta utilización estratégica de la
justicia con fines a muy corto plazo es reveladora del individualismo que está
ganando la vida política…”
23.-
“… Las elites republicanas no cumplen con su deber de garante moral de la
justicia. Los servidores del Estado han perdido su papel de autoridad, es decir
de guardianes de la
República {…} La politización de los funcionarios va a la par
con la funcionarización de la vida política. Los funcionarios parecen aplicar
más un programa gubernamental que un proyecto de sociedad. Tal evolución
recompensa el servilismo y penaliza el profesionalismo…”
24.-
“…El tercer poder se enriquece con la discordia de los dos primeros y se corre
el peligro de que el árbitro, como Raminagrobis, acabe devorando a quienes
recurren a él…”
25.-
“…El tercero imparcial compensa el déficit democrático de una decisión política
destinada ahora a la gestión y le da a la sociedad la referencia simbólica que
la representación nacional le da cada vez en menor medida. Al juez se le llama
al rescate de una democracia en la cual un legislativo y un ejecutivo
debilitados, obsesionados por plazos electorales siempre presentes, ocupados
tan solo a plazo corto, sometidos al temor y a la seducción de los medios,
intentan gobernar día a día a ciudadanos indiferentes y exigentes, replegados
en sus vidas privadas, aunque esperando del político lo que no es capaz de dar,
una moral, un proyecto amplio…” ( J. D. Bredin. “Un gouvernement des juges”,
Pouvoirs, 1994, París)
26.-
“…Semejante paisaje
democrático no puede dejar de suponer nuevos peligros. El exceso de derecho
puede desnaturalizar la democracias, el exceso de defensa paralizar cualquier
toma de decisión, el exceso de garantías
hacer que la justicia caiga en una especie de moratorio ilimitada. A fuerza de
verlo todo a través del prisma deformador del derecho, se corre el riesgo de
criminalizar el vínculo social y reactivar la vieja mecánica sacrificial. La
justicia no puede sustituir al político, a riesgo de dar paso a la tiranía de
las minorías, o a una especie de crisis de identidad. Dicho brevemente, un mal
uso del derecho es tan amenazador para la democracia como un exceso de
derecho…”
27.-
“…La democracia jurídica ya no
se puede pensar más que de una manera negativa y defensiva. Puede producirse
una implosión. A fuerza de multiplicar los derechos se pierde la idea de
derecho; a fuerza de pensar la libertad en términos negativos, se olvida que
también es positiva, con la posibilidad –o la necesidad- de participar en el
debate sobre el derecho. Por no pensar en los contrapoderes, ya no se sabe cómo
pensar en la obligación, por no saber distinguir entre la violencia legítima y
la violencia ilegítima, ya no se sabe determinar la deuda, es decir el derecho
de entrada en la vida en común. Investida con tales poderes la justicia corre
el gran riesgo de decepcionar. Para prevenir tal hundimiento de la democracia,
que podría serle muy perjudicial, hay que analizar las paradojas con las que se
enfrenta, y en primer lugar entre éstas, por supuesto, el poder inédito que se
atribuye a los jueces…”
28.-
“…Aharon Barak, quien llegara a ser Presidente del Tribunal Supremo de
Israel, advierte oportunamente que no se
puede hablar de activismo del juez cuando éste tiene que elegir entre una
solución jurídicamente correcta y otra que no lo es. Entonces no se trata ya de
activismo sino de incompetencia. El activismo empieza cuanto entre muchas
soluciones posibles la elección del juez se ve animada por el deseo de acelerar
el cambio social o, por el contrario, de frenarlo…” ( A. Barak. Judicial
Discretion. Yale University Press. New Haven, 1989).
29.-
“…El activismo adopta entonces dos formas: bien la nueva clerecía de juristas
si el cuerpo de los jueces es poderoso, o bien, a la inversa, la de algunas
individualidades apuntaladas por los medios de comunicación si la magistratura
no tiene una gran tradición de independencia…”
30.-
“… La tentación populista se caracteriza en primer lugar por la pretensión de
un acceso directo a la verdad. Algunos individuos aprovechan los medios de
comunicación para emanciparse de toda tutela jerárquica. Los medios les ofrecen
un acceso directo al auditorio universal, por utilizar la expresión de
Perelman: es decir, a la opinión pública…{…} Todas las anulaciones
procedimentales se purgan mediante esta instancia salvaje de recurso que son
los medios, y los argumentos técnicos de derecho o de procedimiento no tardan
en aparecer ante la opinión pública como argucias, artificios inútiles que
impiden que la verdad estalle. La búsqueda directa del asentimiento popular por
los medios interpuestos por encima de toda institución es un arma temible
puesta a disposición de los jueces y que hace mucho más presente la deriva
populista. El populismo, en efecto, es una política que pretende, por instinto
y experiencia, encarnar el sentimiento profundo y real del pueblo. Ese contacto
directo del juez y la opinión se nutre además con el descrédito del político.
El juez mantiene el mito de una verdad que se basta a si misma, que no tiene
necesidad de la mediación del procedimiento…”
31.-
“…Esos jueces mediáticos, surgidos de la sombra
por un caso o por un acusado célebre, reaccionan de forma muy diferente.
Algunos sienten la tentación de ver en el ejemplo de sus colegas italianos la
prueba de que, cuando el estado está corrompido, ellos son el último recurso
{…} El debilitamiento del Estado y la formidable tribuna que ofrecen los medios
despiertan una mentalidad de cruzada en una parte de la magistratura {…} El
recurso a los medios era la única manera de prevenir las interferencias
políticas. “SE ENCUENTRAN JUECES A LOS QUE UNA EXCESIVA
APLICACIÓN A PASAR POR INCORRUPTIBLES LES EXPONE A SER INJUSTOS”,
decía ya La Bruyere. Los
jueces, en efecto, justifican sus contactos con los medios con el interés
superior de la justicia. Algunos jueces reivindican abiertamente el recurso a
la estrategia mediática para luchar por que no se entierren determinados casos.
PERO, ES PAPEL DEL JUEZ TENER
UNA ESTRATEGIA?...”
32.-
“…Deriva aristocrática o
tentación populista tienen en común emancipar al juez de la autoridad del
soberano. El juez disfruta necesariamente de una total irresponsabilidad
política. Las tensiones económicas o las de la política internacional le son
ajenas. Una política que no reconsidera periódicamente su poder ¿ puede
calificarse de democrática?...”
33.-
“… Ya d`Aguesseau ponía en guardia contra “el magistrado que sólo cuenta con su
razón y que se somete, sin pensarlo, a la incertidumbre y al capricho de su
temperamento. Como la razón no es ya la norma común de los juicios, cada uno
establece una norma, y, si nos atrevemos a decirlo, una justicia conforme con
el carácter de su espíritu…” (
citado por F. Gorphe, Les Décisions de justicie, etude de psychologie
judiciaire, Sirey, París. 1952)
34.-
« ...Sea que la magistratura adquiera la forma de un cuerpo reaccionario o
de jueces incontrolables, el carácter de “intocable” del juez es algo como para
preocupar. El juez hace que la democracia corra un riesgo de activismo, al
crear un derecho pretoriano, o a la inversa, un riesgo de inmovilismo, al
impedir reformas deseadas por la mayoría. En uno u otro caso, atenta contra una
virtud cardinal de todos sistema de derecho, que es la seguridad jurídica. Una
jurisdicción no tiene medios para legislar, el juez no dispone de instrumentos
para eso y se encuentra en la incapacidad de “sustituir una verdadera dinámica
política a la que le poda sus manifestaciones”. Los casos que se le someten son
necesariamente discontínuos y no hay coherencia entre ellos…”
35.-
“… El juez se convierte en el
nuevo ángel de la democracia, que reclama un estatuto de privilegio, el mismo
del que él ha expulsado a los políticos. Se inviste de una misión redentora en
cuanto a la democracia, se coloca en una posición de dominio, inaccesible a la
crítica popular. Se nutre del descrédito del Estado, de la decepción en cuanto
a la política. La justicia, así, finalizaría el proceso de despolitización de
la democracia…”
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