¿ Que dicen las palabras, cuando al momento crucial de arrojar los símbolos al frágil papel que los cobije, no encontramos la inspiración de darle sentido a nuestra escritura. Y los pensamientos y ocurrencias discurren lánguidos, lentos y exiguos, al pobre ritmo de la mediocridad sofocante de este infierno de los mil ingresos.?
¿ Podríamos encontrar inspiración, si carecemos de la pasión que transmita en, contagiosa interlocución, la profundidad de nuestro mensaje ?
¿ Que dicen las frases, cuando ausentes de pasión, llegan infértiles a los cerebros inhóspitos de nuestros lectores anónimos, portadores de musas inspiradoras, que, alegres y despreocupadas, danzan muy lejos de nuestra escasa capacidad ?
¿ Como se dicen las cosas, cuando obnubilados, nos arrojamos sobre el papel para trazar los ejes de nuestro decir, y el vértigo del querer contar nos inhiben los cauces briosos por los cuales transitan libres las palabras ?
¿ Que dice nuestra alma, cuando el corazón, difuso en su sinrazón, divaga esperanzado en el desierto de los recuerdos?
¿ Que dice nuestro corazón cuando, perdida ya el alma, buscamos frenéticos la justificación del pacto con el Diablo?
¿ Que dicen nuestros hechos, cuando la ilogicidad de nuestra conducta nos enfrentan a la temida excrutación de la coherencia, auditora implacable, pergeñada durante años por nuestra sensibilizada conciencia?
¿ Como se dicen las cosas cuando sólo sabemos hacer?
Como envidio a los que saben escribir….
Víctor "El Negro" Hortel
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