viernes, 9 de octubre de 2015

El CUADRILATERO, HERNANDARIAS Y LA CUESTION EXTRAORDINARIA



[...] A principios del 1600, nada tenia tanto podes en la ciudad como "El Cuadrilátero". Lo dirigían el distinguidísimo tesorero de la Real Hacienda, Simón de Valdez; el escribano Juan de Vergara, perteneciente a la Orden del Santo Oficio y tesorero de la Santa Cruzada, el comerciante portugués don Diego de Vega [...] y por supuesto, un policía: el alguacil mayor de la ciudad, Mateo Leal de Ayala.




[...] No era una sociedad de beneficencia ni un partido político, sino la banda de contrabandistas mas grande e impune que haya existido en los territorios españoles en América.

[...] Fundada para el delito, nacida para permitir el contrabando, Buenos Aires vivía por entonces de los cargamentos ilegales. La Corona española solo permitía que las mercancías entraran y salieran del continente a través de Lima, por lo que la principal actividad de los porte{os desde su primer día de existencia fue contravenir esta norma. Para hacerlo, tras una serie de reprimendas de la Corona y cierres obligados del puerto se amparaban en un acuerdo firmado en 1581 entre España y Portugal, que establecía que los barcos de ambos países que estuvieran en peligro de hundirse podían ingresar al puerto mas cercano. Solo en esos casos, conocidos como "arribos forzosos", las embarcaciones tenían permitido atracar y vender todas las mercaderías perecederas que llevaran a bordo.

[...] "El Cuadrilátero"  era el gran protagonista de un sistema ilegal llamado "contrabando ejemplar". La organización ingresaba los barcos al Puerto, dirigía los remates de las mercancías que llevaban por medio de Simón Valdez -funcionario del Cabildo-, las compraba a precios mínimos a través de otros de sus integrantes -que también se aseguraban de arrancarles un brazo a quienes se animaban a levantarlo para elevar los precios- y luego, se encargaba de enviarlas a lomo de mula a Lima para revenderlas allí con ganancias espectaculares. Las embarcaciones volvían a Europa con plata contrabandeada de Potosí, los vecinos se abastecían con los remanente s de las mercaderías y todos estaba felices por el dinero circulante. Tanto que en 1610 la banda hasta se animo a instalar un casino en las actuales calles Alsina y Bolívar, que ofrecía desde naipes y dados hasta un servicio de "mujeres enamoradas".

[...] La policía nunca pareció advertirlo. Quizás porque el máximo encargado de perseguir los juegos prohibidos, practicar detenciones y hacer la ronda de la ciudad era un integrante de "El Cuadrilátero", el Alguacil Mayor Mateo Leal de Ayala, la única persona habilitada a ingresar con armas al edificio del Cabildo.

[...] Nada parecía poder detener a la organizacion. Un nuevo gobernador, Diego Marin Negron, pasaría tres años reuniendo las denuncias contra "El Cuadrilátero" que llegaban desde Lima {...} Pero su iniciativa no duro mucho: el 26 de julio apareció muerto en Asunción, de manera tan repentina como enigmática.

[...] Los rumores de que había sido envenenado por orden de "El Cuadrilátero" se apagaron en cuanto uno de sus integrantes, el siempre listo alguacil Mateo Leal de Ayala, asumió como gobernador interino. Simón de Valdez ya era oficial real y otro de sus miembros, Juan de Vergara, ingreso al Cabildo como procurador. Entre todos lograron que el traficante portugués Diego de Vega fuera designado "mayordomo de hospital" para que pudiera recibir esclavos y mercaderías en su propiedad de la actual manzana de Alsina, Moreno, Balcarce y Defensa.

[...] Los buenos tiempos durar{ian hasta 1615, cuando la Corona española decidió nombrar gobernador a Hernandarias (Hernando Arias de Saavedra), el primer criollo es estar a cargo de la ciudad {...} su primer medida fue meter presos al alguacil Leal de Ayala, a Vergara, a Simón de Valdez y a Diego de Vera.

[...] Hernandarias designo a un nuevo alguacil, Domingo de Guadarrama, y le ordeno que reuniera testigos y juntara pruebas contra los contrabandistas. La respuesta de los sospechados fue brutal: en la noche del 18 de julio de 1615, dos sicarios sorprendieron a Guadarrama en una esquina de la ciudad y le pegaron garrotazos y cuchilladas hasta que lo creyeron muerto. El policía agonizo quince días antes de morir y convertirse en lo que los historiadores de la Federal consideran el primer "caído en cumplimiento del deber" de su historia. Seria también, el primer oficial asesinado por orden de un colega.




[...] Decidido a todo, Hernandarías pidió y logro que la Audiencia de Charcas le concediera aplicar la "cuestión extraordinaria", que no era otra cosa que inaugurar una forma tradicional de investigar para las fuerzas de seguridad autóctonas: aplicar torturas.





[...] Simón de Valdez y Juan de Vergara se fugaron tras sobornar a los custodios que los trasladaban para ser juzgados. No les había costado mucho encontrar almas bien dispuestas a ayudarlos.

[...] En poco tiempo, Valdez y Vergara lograron que Hernandarias fuera destituido y enviado al destierro, donde moriría en la pobreza. Su secretario, Cristóbal Remon, sería sometido a su vez a la "cuestión extraordinaria" por el empeño que le había puesto a la causa judicial contra "El Cuadrilátero"

[...] La gobernacion, en tanto, fue ocupada por don Diego de Gongora, un enviado de la Corona española que llego a Buenos Aires desde Europa acompañado por siete barcos cargados de mercaderías -esclavos principalmente- de contrabando. Y por Simón de Valdez, claro.

Fragmentos del libro: " Sangre Azul" de Rolando Barbano. Editorial Planeta.

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