viernes, 23 de octubre de 2015

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y POLÍTICA.




Hubo un tiempo en donde el periodismo era expresamente un medio de persuasión: los principales diarios estaban identificados con un partido político o se representaban como defensores de una definida corriente de opinión. Así en la Argentina están o estuvieron el mitrista La Nación, el conservador La Prensa, el yrigoyenista La Época, el peronista Democracia, el socialista La Vanguardia, el anarquista La Protesta, el comunista Nuestra Propuesta, el nacionalista Azul y Blanco, y muchos otros. Quien los leía sabia cual era la ideología y los puntos de vista de los redactores.


Esta convicción con información fue desplazada de a poco por la prensa con lógica empresaria. el objetivo es la maximizacion de ganancias convirtiendo la noticia en mercancía informativa. Para que funcione, se basa en proclamar la objetividad, utilizar el sensacionalismo y presentar la independencia de posiciones partidarias. Parecen requisitos necesarios en la defensa de intereses económicos, en general de grupos concentrados, que usan la comunicacion para legitimar su poder en la sociedad: una política sin partidos, sin militantes, sin votantes?. Un mundo de pasivos lectores, consumidores de la "verdad" cotidiana, anunciada como un oráculo, inapelable como una sentencia.

A veces, ese parece ser el rol que ejercen en varios países latino americanos algunos diarios y periódicos comerciales, que ocupan el lugar de los partidos políticos. Se llega al extremo de fabricar conflictos y lideres para encauzar la oposición, cuando esta es muy débil o se encuentra desarticulada. Por cierto, no es un fenómeno nuevo: antes del desembarco de fuerzas estadounidenses en Cuba durante la guerra con España de 1898, el magnate de la prensa Willam Hearst envió a La Habana a un periodista, quien le telegrafio "no ocurre nada, todo esta en calma, no habrá guerra, quisiera regresar". Hearst le respondió: "Quedese, proveanos de ilustraciones, nosotros le suministraremos la guerra".


En este contexto, es útil recordar la metodología sugerida por Harold D. Lasswell, quien a mediados del siglo pasado recomendaba analizar la función política real de los medios de comunicacion con tres preguntas que contestar: "quien dice que, a quien y con que efecto". Veamos.

QUIEN DICE

El primer punto se refiere a quien dice. En este sentido, solo tienen acceso a la propiedad de los medios masivos de comunicacion el Estado o aquellas empresas con poder económico como para poder editar un diario o periódico, o instalar y hacer funcionar una estación de radio o de television. No todos pueden tener un medio de comunicacion: la igualdad de oportunidades frente a a la comunicacion masiva esta, pues, falseada desde el origen.

QUE DICE

El segundo elemento en la definición se refiere al contenido del mensaje. Aquí suele mezclarse la información con la propaganda. Es  decir, se trata de "influenciar la acción humana por la manipulación de representaciones", que pueden ser habladas, escritas, por imagenes o musicales. Para ello se utilizan los medios de publicidad mas aptos para coordinar la conducta de grandes masas de población, lo cual puede hacerse cada vez con mayor eficacia dada la enorme difusión de los modernos medios de comunicacion, en especial la television por lo demás, se trata de medios que requieren una actitud pasiva de quien contempla las imagenes, al contrario del esfuerzo de imaginacion que requiere la palabra impresa.


Este mensaje puede referirse a la  mas amplia gama de temas, desde los ideológicos has los políticos y comerciales. Sirve tanto para una campana electoral como para vender un producto o para desgastar a un gobierno. Los problemas surgen con respecto a las cuestiones de fondo, cuando se falsea o deforma la información o se procura instalar profecías autocumplidas, y en las formas, cuando se quiere promover a un candidato con métodos que sirven para vender automoviles o desodorantes (hay circunstancias donde el método determina el resultado...no todo da lo mismo)

A QUIEN SE DICE Y CON QUE EFECTO

El tercer factor alude a los destinatarios del mensajes, que cada vez constituyen grupos mas amplios. el éxito de la predica transmitida por la publicidad se refleja en la adopción por los receptores de las actitudes o conductas preconizadas.

Informar quiere decir -de acuerdo con la definición del diccionarios de la Real Academia Española- "enterar, dar noticia de una cosa"; pero para que el mensaje sea tomado como verdadero, debe atravesar el filtro de la ideología o de las ideas preconcebidas o prejuicios. Es común no enterarse de las informaciones que contradicen las propias convicciones; o que , si se aceptaran, plantearían graves problemas morales o políticos o de seguridad personal. Un ejemplo trágico de este hecho es el bloqueo mental con el que gran parte de la poblacion argentina (en especial de su clase media) pudo ignorar la desaparición de personas durante el gobierno militar; o la propia desaparición del Estado durante los noventa.

Otra  de las características fundamentales de los medios de comunicacion es su capacidad para afirmar o diluir la identidad cultural de las naciones. Varios estudios acerca de la television muestran una disociación entre las necesidades de una cultura nacional deseable y la mayor parte del material que se emite,  que en su mayor parte consiste en series violentas de procedencia extranjera, que ya están amortizadas en el país de origen y pueden venderse a bajos costos.

El fenómeno de transnacionalizacion de las actividades económicas y culturales afecta fuertemente a las identidades nacionales. El termino de "industria de la información" acunado por los economistas de la Universidad de Stanford, plantea claramente el predominio de lo económico por sobre lo cultural, si a ello se agrega la factibilidad de emitir mensajes que se reciben en todo el mundo, por encima de las fronteras, resulta la posibilidad de tratar a los productos culturales de modo análogo a las exportaciones comerciales. de tal modo, no solo se desdibuja la identidad cultural nacional, sino que se desinforma.

En conclusion, abandonada la función política de persuasión, la información aparece como una mercancía mas, resultado de sistemas de produccion, distribucion y consumo donde encontramos las mismas variables y categorias que en cualquier otra area de la actividad económica. Han sufrido las mismas consecuencias de la concentración y extranjerizacion del aparato productivo y han efectuado una "globalizacion" de lo comercial y lo político, el problema es que aquí se trata de la produccion y distribucion de ideas, de la visión de nuestra Nación y de nosotros mismos, así como de las capacidades para alcanzar determinados objetivos. Lo grave es que los propietarios de la información no lo dicen, y los consumidores suelen creerlo. Aboguemos entonces por una prensa política, que represente con claridad todas las opiniones, y por lectores militantes, que ejerzan sus convicciones.








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