viernes, 6 de noviembre de 2015

BALDOSAS






Será cierto que las veredas guardan los secretos de todos nuestros pasos?
Que transmiten con certeza absoluta todos nuestros senderos a las nuevas baldosas que se suman al aguante de nuestras pisadas?

Les contarán los árboles los secretos de nuestros escondites?, o los fracasos de nuestros encuentros amorosos?.

Se juntarán con los faroles urbanos, temibles testigos de nuestras noches furtivas?.
Dirán las esquinas envejecidas las veces que nos han visto pasar…y llorar?
Las baldosas de los patios colegiales, o aquellas de las plazas adolescentes, o esas de nuestros altares futbolísticos, cuál de todas tendrán nuestra mejor historia?
Podrían nuestros pies, reconocer cada una de las baldosas recorridas y reunir en un solo relato la historia viva de nuestra barriada?
Muchas de todas ellas, ya no están donde estaban cuando yo las pisaba. Muchas de ellas aún están envejecidas como señal indubitable de nuestro derrotero.
De algunas varias tengo el recuerdo imborrable de las pisadas amigas que me acompañaban por esos tiempos, de otras muchas tengo el sensible sabor de las mujeres que quisieron.
Y si bien encuentro difícil que mi última pisada sea en la misma baldosa donde mis padres me enseñaron a caminar, espero tener la dicha de poder darla cuando ya todos los caminos estén recorridos.

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